En la ciudad todo gira en torno al peregrinaje. Ya sea religioso o cultural. Pero para todos quienes visitan esta ciudad la Catedral es parada obligada, pues es ahí donde se encuentran los restos de Santiago el Mayor.
En la Catedral, está el Botafumeiro que no es otra cosa que un incensiario gigante que oscila de lado a lado para desprender el incienso. Dicen las leyendas, que el Botafumeiro es tan grande para evitar los olores que desprendían los peregrinos después de meses de caminata por el norte de Europa.
En toda la ciudad se puede ver el símbolo de Santiago, que está representado por una concha. Los peregrinos las llevan en sus mochilas colgando junto con recuerdos recogidos en el camino.
En la Catedral, está el Botafumeiro que no es otra cosa que un incensiario gigante que oscila de lado a lado para desprender el incienso. Dicen las leyendas, que el Botafumeiro es tan grande para evitar los olores que desprendían los peregrinos después de meses de caminata por el norte de Europa.
En toda la ciudad se puede ver el símbolo de Santiago, que está representado por una concha. Los peregrinos las llevan en sus mochilas colgando junto con recuerdos recogidos en el camino.
El Monte de Gozo, es el lugar desde donde los peregrinos ven la Catedral por primera vez en el camino. Nosotros llegamos ahí porque el hostal está justo en ese lugar.
En la noche del sábado entramos a una pequeña Iglesia en la cual había un coro de monjitas octogenarias que cantaban en gallego. Una tocaba el órgano y las demás cantaban.
En la noche del sábado entramos a una pequeña Iglesia en la cual había un coro de monjitas octogenarias que cantaban en gallego. Una tocaba el órgano y las demás cantaban.
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