En el camino hacia Sagrada Familia empezó a llover, pero como Barcelona es linda con el clima que sea, disfrutamos del paseo y del paisaje.
Como nunca habíamos entrado a Sagrada Familia, esta vez era la mejor oportunidad, pues teníamos tiempo para visitarla con calma.
Como el templo está en obras, es poco lo que se puede ver de la nave central, pero se puede subir a las torres y mirar los detalles de mosaicos que la caracterizan.
Subimos en ascensor y bajamos a pie. Nos metimos en todos los rincones que encontramos, porque está llena de recovecos y lugares bonitos con mosaicos y adornos.
Subimos en ascensor y bajamos a pie. Nos metimos en todos los rincones que encontramos, porque está llena de recovecos y lugares bonitos con mosaicos y adornos.
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