viernes, febrero 29, 2008
jueves, febrero 28, 2008
Paris día 1
Primer día, 22 de febrero
Llegamos a París a última hora de la tarde. Desde el aeropuerto Charles de Gaulle, nos demoramos como 20 minutos a Gare du Nord (Estación del Norte) que nos quedaba a pocas cuadras del hotel. El hotel está ubicado en el barrio número 9, muy cerquita del barrio de Montmartre. Los barrios de París están numerados desde el centro en forma espiral, en el sentido de los punteros del reloj.
Una vez que nos registramos en el hotel, lo primero que hicimos fue tomar el metro en Anvers, hasta Trocadero, donde están los museos del cine y de la marina y desde donde tuvimos nuestro primer encuentro con la Torre Eiffel.
Fue bastante impresionante, porque al salir del metro, no se veía más que los inmensos edificios de los museos hasta que se abre la explanada y ahí estaba, tal como la ven en la foto.
Nos resulta bastante difícil explicar la primera sensación, porque fue emocionante darnos cuenta donde estábamos parados....
Sin muchas palabras, nuestra primera imagen de Paris, fue inolvidable.
Después de estar mucho rato mirando la Torre, nos fuimos paseando por el borde del Sena, cruzamos el Puente del Alma y seguimos caminando hacia los Campos Elíseos para ver el Arco de Triunfo.
Caminamos por los Campos Elíseos con el Arco de Triunfo siempre al final. A medida que nos ibamos acercando, nos dimos cuenta de lo grande que es. Es el más grande de Europa y tiene un nivel de detalle impresionante. Salen 12 calles de la rotonda que lo rodea y para llegar a estar debajo hay que caminar por debajo de pasarelas subterráneas.
Llegamos a París a última hora de la tarde. Desde el aeropuerto Charles de Gaulle, nos demoramos como 20 minutos a Gare du Nord (Estación del Norte) que nos quedaba a pocas cuadras del hotel. El hotel está ubicado en el barrio número 9, muy cerquita del barrio de Montmartre. Los barrios de París están numerados desde el centro en forma espiral, en el sentido de los punteros del reloj.
Una vez que nos registramos en el hotel, lo primero que hicimos fue tomar el metro en Anvers, hasta Trocadero, donde están los museos del cine y de la marina y desde donde tuvimos nuestro primer encuentro con la Torre Eiffel.
Fue bastante impresionante, porque al salir del metro, no se veía más que los inmensos edificios de los museos hasta que se abre la explanada y ahí estaba, tal como la ven en la foto.
Nos resulta bastante difícil explicar la primera sensación, porque fue emocionante darnos cuenta donde estábamos parados....
Sin muchas palabras, nuestra primera imagen de Paris, fue inolvidable.
Después de estar mucho rato mirando la Torre, nos fuimos paseando por el borde del Sena, cruzamos el Puente del Alma y seguimos caminando hacia los Campos Elíseos para ver el Arco de Triunfo.
Caminamos por los Campos Elíseos con el Arco de Triunfo siempre al final. A medida que nos ibamos acercando, nos dimos cuenta de lo grande que es. Es el más grande de Europa y tiene un nivel de detalle impresionante. Salen 12 calles de la rotonda que lo rodea y para llegar a estar debajo hay que caminar por debajo de pasarelas subterráneas.
Sólo habíamos pasado unas horas caminando por las calles de Paris, y se habían cumplido muchas de nuestras expectativas, así que nos fuimos a dormir con mucha ilusión de descubrir que encontraríamos los demás días.
Paris día 2
Segundo día, 23 de febrero
Nos levantamos muy temprano y después de desayunar muchos croissant y llevarnos algo para el camino, nos fuimos por el Boulevard de Rochechuart, que es donde está el Moulin Rouge y después de las fotos respectivas tomamos el metro en Pigalle hasta la Plaza de la Concordia.
La Plaza de la Concordia es un lugar emblemático de la historia francesa. Primero representaba el poder de la Monarquía cuando había una gran estatua del Rey y luego se instaló la guillotina durante la Revolución Francesa y rodaron unas cuantas cabezas.
Desde la Plaza de la Concordia de hace un eje en el que se alinea el Arco de Triunfo, el Obelisco y la Prirámide del Museo Louvre. Y otro eje prependicular donde se ve la Iglesia de la Madeleine y el Hotel de los Inválidos que es donde está enterrado Napoleón.
Entre la Plaza de la Concordia y el Museo Louvre, está el Jardín de las Tullerías, que eran los jardines que pertenecían al Palacio donde está el museo en la actualidad.
Aquí se ve la pirámide del Louvre, que es donde está la entrada. Hacer la fila para entrar fue más rápido de lo que pensábamos, así que nos pusimos a recorrer lo que el tiempo nos permitió.
Nos levantamos muy temprano y después de desayunar muchos croissant y llevarnos algo para el camino, nos fuimos por el Boulevard de Rochechuart, que es donde está el Moulin Rouge y después de las fotos respectivas tomamos el metro en Pigalle hasta la Plaza de la Concordia.
La Plaza de la Concordia es un lugar emblemático de la historia francesa. Primero representaba el poder de la Monarquía cuando había una gran estatua del Rey y luego se instaló la guillotina durante la Revolución Francesa y rodaron unas cuantas cabezas.
Desde la Plaza de la Concordia de hace un eje en el que se alinea el Arco de Triunfo, el Obelisco y la Prirámide del Museo Louvre. Y otro eje prependicular donde se ve la Iglesia de la Madeleine y el Hotel de los Inválidos que es donde está enterrado Napoleón.
Entre la Plaza de la Concordia y el Museo Louvre, está el Jardín de las Tullerías, que eran los jardines que pertenecían al Palacio donde está el museo en la actualidad.Aquí se ve la pirámide del Louvre, que es donde está la entrada. Hacer la fila para entrar fue más rápido de lo que pensábamos, así que nos pusimos a recorrer lo que el tiempo nos permitió.
El Louvre es un museo tan enorme, que es imposible verlo todo en una sola visita, por lo que decidimos que visitaríamos sólo aquellas piezas emblemáticas.
La Gioconda, difícil de ver y de disfrutar, pero es lo que es...también vimos la Venus de Milo, la Victoria de Samotracia y parte de la colección egipcia. Impresionante todo.
Después del Louvre visitamos una pequeña Iglesia que se llama Saint Germain L´Auxerrois, que tenía un parquecito en el frente donde nos comimos los croissant que sacamos del desayuno y descansamos un poco para seguir el paseo. Caminamos bordeando el Sena hasta el Puente Au Change, donde cruzamos a las Isla de la Cité donde está el Palacio de Justicia (Referencia para los que disfrutamos de las películas de la Trilogía de los colores) y la Catedral de Notre Dame.
En el paseo por el Sena los puestos que venden libros antiguos, postales y cuadros, tienen un encanto que le da un toque muy especial.
La Catedral de Notre Dame, que según nos explicaron es el referente histórico del estilo gótico más primitivo, está ubicada en lo que en su momento eran tres iglesias separadas. Tiene 5 naves y muchísimos vitrales que son preciosos y le dan color al interior.
Almorzamos en el Barrio Latino que es el más barato para comer y se puede encontrar crepes o kebab por buenos precios. Además fue rápido y nos fuimos al jardín que está detrás de la Catedral para reposar un ratito.
Seguimos camino, cruzamos por el Puente de L´Archeveche hacia el Boulevard de Saint Germain. Visitamos la Iglesia de Saint Etienne Dumont y seguimos rumbo al Panteón. Después nos fuimos a los Jardines de Luxemburgo que es uno de los parques más grandes de Paris.
Antes de terminar nuestro paseo, entramos a la Iglesia de Saint Sulpice, que es famosa por ser la segunda más alta de Paris y porque por ella, existe un sistema para la determinación astronómica de los equinoccios. Además se ha hecho famosa pues es uno de los escenarios del libro el Código Da Vinci.
Después de esto, fuimos a la Iglesia de Saint Germain des Pres y caminamos por el barrio de noche que está lleno de bares, terrazas y cafés que tienen un gran estilo. Comimos unas crepes para cenar y tomamos el metro en Saint Michel para ir al hotel a descansar.
La Gioconda, difícil de ver y de disfrutar, pero es lo que es...también vimos la Venus de Milo, la Victoria de Samotracia y parte de la colección egipcia. Impresionante todo.
Después del Louvre visitamos una pequeña Iglesia que se llama Saint Germain L´Auxerrois, que tenía un parquecito en el frente donde nos comimos los croissant que sacamos del desayuno y descansamos un poco para seguir el paseo. Caminamos bordeando el Sena hasta el Puente Au Change, donde cruzamos a las Isla de la Cité donde está el Palacio de Justicia (Referencia para los que disfrutamos de las películas de la Trilogía de los colores) y la Catedral de Notre Dame.
En el paseo por el Sena los puestos que venden libros antiguos, postales y cuadros, tienen un encanto que le da un toque muy especial.
La Catedral de Notre Dame, que según nos explicaron es el referente histórico del estilo gótico más primitivo, está ubicada en lo que en su momento eran tres iglesias separadas. Tiene 5 naves y muchísimos vitrales que son preciosos y le dan color al interior.
Almorzamos en el Barrio Latino que es el más barato para comer y se puede encontrar crepes o kebab por buenos precios. Además fue rápido y nos fuimos al jardín que está detrás de la Catedral para reposar un ratito.Seguimos camino, cruzamos por el Puente de L´Archeveche hacia el Boulevard de Saint Germain. Visitamos la Iglesia de Saint Etienne Dumont y seguimos rumbo al Panteón. Después nos fuimos a los Jardines de Luxemburgo que es uno de los parques más grandes de Paris.
Antes de terminar nuestro paseo, entramos a la Iglesia de Saint Sulpice, que es famosa por ser la segunda más alta de Paris y porque por ella, existe un sistema para la determinación astronómica de los equinoccios. Además se ha hecho famosa pues es uno de los escenarios del libro el Código Da Vinci.
Después de esto, fuimos a la Iglesia de Saint Germain des Pres y caminamos por el barrio de noche que está lleno de bares, terrazas y cafés que tienen un gran estilo. Comimos unas crepes para cenar y tomamos el metro en Saint Michel para ir al hotel a descansar.Paris dia 3
Tercer día, 24 de febrero
Salimos muy temprano, con mucho frío y decididos a conocer las típicas calles parisinas, así que desde el hotel, partimos caminando por el boulevard de Rochechuart hacia el Cementerio de Peré Lachaise. Tomamos el Boulevard de la Villette y pasamos por los barrios Indio, Judío y Chino. Nos tocó más de una pareja de chinos vestidos de novios a las 8 de la mañana, con su limusina detrás sacándose fotos en la calle. Hacía mucho frío....
En el Cementerio visitamos la tumba de Frederic Chopin, de Jim Morrison, de Edith Piaf y de Oscar Wilde. El cementerio es enorme y muy bonito, con una serie de monumentos en su interior que lo hacen un lugar de visita permanente.
Chopin
Jim Morrison
Saliendo del cementerio nos fuimos a la Plaza de la Bastilla que es donde actualmente está el nuevo palacio de la Ópera y donde se pone un mercadito los domingos que tiene muchos colores, aromas y delicias.
Seguimos camino hacia la Plaza des Vogues, y luego a la casa de Victor Hugo.
Luego pasamos por la Iglesia de San Luis y cruzamos a la isla más pequeña de las dos que hay en el Sena.
Volvimos a pasar por Notre Dame, donde está el kilómetro cero de Francia. Según la tradición, al igual como lo hacemos en Madrid, lo pisamos para volver. Cruzamos al Barrio Latino y almorzamos algo rápido para irnos al Barrio de Montmartre.
El Barrio de Montmartre es una belleza de callecitas con subidas y bajadas. Aquí estamos animándonos a subir las escaleras de la calle de Mont Cenis. Nos costó un poco pero logramos llegar arriba para conocer la colina de Montmartre.
En la cumbre de Montmartre está la Basílica de Sácre Coeur y desde aquí se ve una vista muy bonita de Paris. Es punto de reunión de muchos turistas y parisinos.
En la Plaza del Teatro se ponen muchos artistas con sus obras para vender. Es un ambiente muy bohemio y artístico. Sobretodo porque en este barrio es donde, en su momento, los artistas más reconocidos tenían sus talleres.
Aquí estamos frente a la tiendita donde compraba Amelie, se alcanzan a ver los afiches de la película atrás de nosotros.
Esta es la vista de Sacré Coeur desde abajo de la colina de Montmartre, donde terminamos el paseo para volver al hotel y descansar un poquito antes de salir a comer.
Después de cenar cerca de nuestro hotel, salimos a pasear por el Barrio Rojo de Paris. Aquí estamos frente al Moulin Rouge.
Terminamos el día en el Chat Noir que en la actualidad es un bar y no un cabaret como lo era en el siglo XIX. Después de este paseo, nos fuimos a dormir.
Salimos muy temprano, con mucho frío y decididos a conocer las típicas calles parisinas, así que desde el hotel, partimos caminando por el boulevard de Rochechuart hacia el Cementerio de Peré Lachaise. Tomamos el Boulevard de la Villette y pasamos por los barrios Indio, Judío y Chino. Nos tocó más de una pareja de chinos vestidos de novios a las 8 de la mañana, con su limusina detrás sacándose fotos en la calle. Hacía mucho frío....
En el Cementerio visitamos la tumba de Frederic Chopin, de Jim Morrison, de Edith Piaf y de Oscar Wilde. El cementerio es enorme y muy bonito, con una serie de monumentos en su interior que lo hacen un lugar de visita permanente.
Chopin
Jim Morrison
Saliendo del cementerio nos fuimos a la Plaza de la Bastilla que es donde actualmente está el nuevo palacio de la Ópera y donde se pone un mercadito los domingos que tiene muchos colores, aromas y delicias.
Seguimos camino hacia la Plaza des Vogues, y luego a la casa de Victor Hugo.
Luego pasamos por la Iglesia de San Luis y cruzamos a la isla más pequeña de las dos que hay en el Sena.
Volvimos a pasar por Notre Dame, donde está el kilómetro cero de Francia. Según la tradición, al igual como lo hacemos en Madrid, lo pisamos para volver. Cruzamos al Barrio Latino y almorzamos algo rápido para irnos al Barrio de Montmartre.
El Barrio de Montmartre es una belleza de callecitas con subidas y bajadas. Aquí estamos animándonos a subir las escaleras de la calle de Mont Cenis. Nos costó un poco pero logramos llegar arriba para conocer la colina de Montmartre.
En la cumbre de Montmartre está la Basílica de Sácre Coeur y desde aquí se ve una vista muy bonita de Paris. Es punto de reunión de muchos turistas y parisinos.
En la Plaza del Teatro se ponen muchos artistas con sus obras para vender. Es un ambiente muy bohemio y artístico. Sobretodo porque en este barrio es donde, en su momento, los artistas más reconocidos tenían sus talleres.
Aquí estamos frente a la tiendita donde compraba Amelie, se alcanzan a ver los afiches de la película atrás de nosotros.
Esta es la vista de Sacré Coeur desde abajo de la colina de Montmartre, donde terminamos el paseo para volver al hotel y descansar un poquito antes de salir a comer.
Después de cenar cerca de nuestro hotel, salimos a pasear por el Barrio Rojo de Paris. Aquí estamos frente al Moulin Rouge.
Terminamos el día en el Chat Noir que en la actualidad es un bar y no un cabaret como lo era en el siglo XIX. Después de este paseo, nos fuimos a dormir. Paris día 4
Cuarto día, 25 de febrero
Este día decidimos caminar hacia el otro lado que nos faltaba. Así que nos acercamos hacia el barrio de la Ópera. Pasamos por la Plaza de la Trinidad y entramos a la Iglesia del mismo nombre. Después pasamos por la Estación de San Lázaro y después por la Iglesia de San Agustín. En las esquinas hay grandes rejas por donde sale el aire del metro, aquí la Mofleta payaseando.
Esta es una típica esquina de Paris, con los edificios en ángulo. Después de la Iglesia de San Agustín pasamos por la Madeleine que es una Iglesia en forma de templo greco-latino. Tiene pilares en el frente y es de una sola nave.
Seguimos camino hacia La Ópera Garnier. De nuevo la Mofleta payaseando...
Fuimos hacia el Hotel de la Ville, pero antes en el camino pasamos por la Place Vandome, y todo el barrio de tiendas super caras de Paris. Cruzamos el parque del Palais Royal y nos quedamos un rato viendo como la gente vive la ciudad en todos sus rincones. Visitamos la Iglesia de Saint Eustache, que nos sorprendió por lo bonita y bien conservada. Después nos fuimos a ver el Centro de Arte Pompidou, pero no entramos porque era tan grande que no alcanzaríamos a disfrutarlo. Seguimos hacia el Sena, pasando por el Hotel de la Ville, que es donde se tomó la foto "El beso" de Doisneau.
Cruzamos el río nuevamente para ir a comer algo antes de enfilar hacia la Torre Eiffel.
Antes de llegar a los Champs de Mars, pasamos por el Hotel des Invalides que es donde está enterrado Napoleón.
Llegamos a ver la Torre Eiffel desde el lado contrario que el primer día. Mientras nos acercábamos más emocionados estábamos, pues decidimos subir y ver Paris desde el cielo.
Para subir hay que tomar dos ascensores. Uno que lleva a la segunda planta que sube por uno de los pilares (nosotros subimos por el pilar este) y luego hay que cambiar a uno que sube hasta la cima. Al principio teníamos un poco de vértigo, pero después te vas acostumbrando.
Desde la cima se ve todo Paris con mucho detalle. El Sena predomina y hay ciertos puntos muy claros que se ven con toda facilidad. Cuando llegamos arriba, estaba nublado, pero comenzó a atardecer y la ciudad se iluminó con los últimos rayos del sol.
Acá empezando a caer la noche, esperamos para ver todas las versiones posibles de la ciudad. Pero cuando ya se hizo de noche, empezó a hacer mucho frío, así que decidimos volver.
Una vez abajo tomamos la última foto como para despedirnos de nuestro encuentro con la Eiffel. Tomamos el metro y volvimos al hotel. Cada noche hacíamos un recorrido de lo que habíamos visto y vivido.
Este día decidimos caminar hacia el otro lado que nos faltaba. Así que nos acercamos hacia el barrio de la Ópera. Pasamos por la Plaza de la Trinidad y entramos a la Iglesia del mismo nombre. Después pasamos por la Estación de San Lázaro y después por la Iglesia de San Agustín. En las esquinas hay grandes rejas por donde sale el aire del metro, aquí la Mofleta payaseando.
Esta es una típica esquina de Paris, con los edificios en ángulo. Después de la Iglesia de San Agustín pasamos por la Madeleine que es una Iglesia en forma de templo greco-latino. Tiene pilares en el frente y es de una sola nave.
Seguimos camino hacia La Ópera Garnier. De nuevo la Mofleta payaseando...
Fuimos hacia el Hotel de la Ville, pero antes en el camino pasamos por la Place Vandome, y todo el barrio de tiendas super caras de Paris. Cruzamos el parque del Palais Royal y nos quedamos un rato viendo como la gente vive la ciudad en todos sus rincones. Visitamos la Iglesia de Saint Eustache, que nos sorprendió por lo bonita y bien conservada. Después nos fuimos a ver el Centro de Arte Pompidou, pero no entramos porque era tan grande que no alcanzaríamos a disfrutarlo. Seguimos hacia el Sena, pasando por el Hotel de la Ville, que es donde se tomó la foto "El beso" de Doisneau.
Cruzamos el río nuevamente para ir a comer algo antes de enfilar hacia la Torre Eiffel.
Antes de llegar a los Champs de Mars, pasamos por el Hotel des Invalides que es donde está enterrado Napoleón.Llegamos a ver la Torre Eiffel desde el lado contrario que el primer día. Mientras nos acercábamos más emocionados estábamos, pues decidimos subir y ver Paris desde el cielo.
Para subir hay que tomar dos ascensores. Uno que lleva a la segunda planta que sube por uno de los pilares (nosotros subimos por el pilar este) y luego hay que cambiar a uno que sube hasta la cima. Al principio teníamos un poco de vértigo, pero después te vas acostumbrando.
Desde la cima se ve todo Paris con mucho detalle. El Sena predomina y hay ciertos puntos muy claros que se ven con toda facilidad. Cuando llegamos arriba, estaba nublado, pero comenzó a atardecer y la ciudad se iluminó con los últimos rayos del sol.
Acá empezando a caer la noche, esperamos para ver todas las versiones posibles de la ciudad. Pero cuando ya se hizo de noche, empezó a hacer mucho frío, así que decidimos volver.
Una vez abajo tomamos la última foto como para despedirnos de nuestro encuentro con la Eiffel. Tomamos el metro y volvimos al hotel. Cada noche hacíamos un recorrido de lo que habíamos visto y vivido. Paris dia 5
Quinto día, 26 de febrero
Nuestro último día en Paris salimos temprano pero no tanto como los demás días. Salimos y llovía mucho así que tomamos el metro hacia el Museo d´Orsay.
El Museo d´Orsay está dedicado al Impresionismo y Postimpresionismo. Es un museo muy bonito que está ubicado en una antigua estación de trenes.
Nuestro recorrido por el museo fue bastante específico para ver lo que nos gustaba más y sobretodo porque a medio día ya teníamos que empezar a despedirnos de Paris.
Toulouse- Lautrec
Renoir
Cézanne
Van Gogh
Monet
Degas
Después del museo, nos fuimos rodeando el río y caminamos por los Campos Elíseos antes de tomar el metro.
Nuestro último día en Paris salimos temprano pero no tanto como los demás días. Salimos y llovía mucho así que tomamos el metro hacia el Museo d´Orsay.
El Museo d´Orsay está dedicado al Impresionismo y Postimpresionismo. Es un museo muy bonito que está ubicado en una antigua estación de trenes.Nuestro recorrido por el museo fue bastante específico para ver lo que nos gustaba más y sobretodo porque a medio día ya teníamos que empezar a despedirnos de Paris.
Toulouse- Lautrec
Renoir
Cézanne
Van Gogh
Monet
Degas
Después del museo, nos fuimos rodeando el río y caminamos por los Campos Elíseos antes de tomar el metro.Acá estamos en la línea uno del metro, la más antigua y emblemática. Camino de regreso al hotel para recoger nuestras cosas y partir a la estación de trenes para irnos al aeropuerto.
Última foto de Sácre Coeur con el carrusel que sale en la película Amelie a la izquierda.
Aquí estamos frente a Gare du Nord, listos para tomar el tren al aeropuerto. Listos, pero no preparados para despedirnos de Paris. Sin duda queremos volver.
En el aeropuerto estaba esta publicidad que dice que perderse en Paris, no tiene precio. Nos sentimos tan libres de no tener que seguir ningún plan que nos perdimos varias veces y conseguimos la mejor de las sensaciones.
Última foto de Sácre Coeur con el carrusel que sale en la película Amelie a la izquierda.
Aquí estamos frente a Gare du Nord, listos para tomar el tren al aeropuerto. Listos, pero no preparados para despedirnos de Paris. Sin duda queremos volver.
En el aeropuerto estaba esta publicidad que dice que perderse en Paris, no tiene precio. Nos sentimos tan libres de no tener que seguir ningún plan que nos perdimos varias veces y conseguimos la mejor de las sensaciones.
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